ODS 4 educación de calidad. Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todas las personas

Se considera de capital importancia aumentar los esfuerzos encaminados a reforzar la función que desempeña la educación en la plena realización de los derechos humanos, la paz, el ejercicio responsable de la ciudadanía local y mundial, la igualdad de género, el desarrollo sostenible y la salud. Se trata de promover oportunidades de aprendizaje permanente para todas las personas.

Naciones Unidas es consciente de que las niñas y niños con diversidad funcional requieren y necesitan un apoyo técnico, material y humano garantizado que sea efectivo. Otro de los retos que ve necesario abordar es reducir la brecha de género que persiste en el ámbito universitario en las disciplinas relacionadas con la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y a través de la información, precisa y oportuna, en los niveles de educación no universitaria.

Es vital preparar a las nuevas generaciones para vivir en un mundo más complejo e interconectado, dotando al alumnado de herramientas para comprender mejor su entorno, de competencias socio-afectivas para manejarse en él y de capacidad crítica, de manera que se fomenten valores de dignidad humana, igualdad, justicia, solidaridad y participación, que están en la base de una convivencia democrática pacífica. Igualmente, es importante promover el conocimiento del entorno donde desarrollan su vida cotidiana las personas en formación, abarcando tanto el patrimonio natural como el cultural, incentivando su conocimiento y la puesta en valor de los recursos del territorio, partiendo de nuestra historia, los usos y aprovechamientos tradicionales, los oficios artesanales, etc.; porque para entender el momento actual de esta Isla, hay que conocer cómo ha sido su evolución, y eso debe incluirse dentro de las acciones formativas, para estimular el respeto por el mismo e incentivar su desarrollo y conservación para las generaciones futuras.

Desde el Cabildo Insular de La Palma, en cumplimiento del Objetivo 4, se trabajará en facilitar el acceso a equipamientos educativos, culturales y deportivos, educar en el desarrollo sostenible, la paz y la interculturalidad y dinamizar el tejido cultural insular. Se deben integrar programas de formación técnicos y profesionales en las estrategias de desarrollo económico insular, teniendo en cuenta el papel crucial que juega la educación en las oportunidades del mercado laboral.

La institución debe hacer valer su situación para llegar a las personas y a las comunidades más vulnerables, asegurándose que tengan acceso a la educación y a una formación que satisfaga sus necesidades.

METAS ESTABLECIDAS POR LAS NACIONES UNIDAS PARA ALCANZAR EL OBJETIVO 4

4.1 De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.

4.2 De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria.

4.3 De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.

4.4 De aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.

4.5 De aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad.

4.6 De aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.

4.7 De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

4.a Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.

4.b  De aquí a 2020, aumentar considerablemente a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países africanos, a fin de que sus estudiantes puedan matricularse en programas de enseñanza superior, incluidos programas de formación profesional y programas técnicos, científicos, de ingeniería y de tecnología de la información y las comunicaciones, de países desarrollados y otros países en desarrollo.

4.c De aquí a 2030, aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.

EL ASPECTO CULTURAL EN LA AGENDA 2030 – ACCIONES DEL CABILDO INSULAR DE LA PALMA

La relación entre desarrollo sostenible y cultura viene precedida por una serie de antecedentes en las discusiones multilaterales de Naciones Unidas y en el ámbito de las políticas culturales territoriales. En el marco del Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural (1988-1997) se incorporó la idea de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, adoptándose en el Primer Foro Universal de las Culturas, con la Agenda 21 de la Cultura, herramienta que la integraba como pilar del desarrollo sostenible en el ámbito local. Por otro lado, la UNESCO ha tratado por todos los medios de anclar la cultura en las políticas de desarrollo que impliquen a la educación, las ciencias, la comunicación, la salud, el medio ambiente, las industrias creativas o el turismo– y apoyando la defensa de la diversidad cultural y el progreso del sector cultural. Supone colocar a la cultura como elemento de cohesión social al mismo tiempo que se contribuye a la reducción de la pobreza. 

La Agenda 2030, como nuevo contrato social, es un plan de acción que integra las aspiraciones universales de progreso humano, económico, social y ambiental a escala global. 

Se pretende alcanzar con una visión integradora y holística del mundo y sin dejar nadie atrás, el desarrollo sostenible para todo el planeta, por medio de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus 169 metas.

Evidentemente para que estos Objetivos se conviertan en una realidad, se necesita del compromiso y la involucración de diferentes actores, desde los diferentes niveles de gobierno, hasta las universidades, empresas, sociedad civil, Tercer Sector y, por supuesto, a los agentes culturales.

La cultura posee un importante poder transformador que es necesario vincular a los Objetivos, puesto que forma parte de nuestro ser y configura nuestras formas de vida: abarca los valores, las creencias, las convicciones, la expresividad humana, las lenguas, los saberes y las artes, las tradiciones, instituciones y modos de vida por medio de los cuales las personas manifiestan su humanidad. Los valores de la sociedad son la base sobre la que se construye todo lo demás y, la forma en que estos se expresan, son su cultura. Sin embargo, la Agenda 2030 no incorpora directamente un objetivo cultural. 

A pesar de no existir un ODS específico para la cultura, sí está presente de manera transversal:

•    La meta 2.5 aborda la necesidad de promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución equitativa, para alcanzar el objetivo de poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria.
•    La meta 4.7 destaca la necesidad de que la educación promueva una cultura de paz y no violencia y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
•    La meta 8.3 sugiere que las políticas orientadas al desarrollo deberían apoyar la creatividad y la innovación, junto a las actividades productivas, la creación de empleo decente y el emprendimiento.
•    Las metas 8.9 y 12.b se refieren a la necesidad de elaborar y poner en práctica políticas que promuevan un turismo sostenible mediante la promoción, entre otros temas, de la cultura y los productos locales, y a la necesidad de elaborar y aplicar instrumentos que permitan seguir de cerca los efectos de estas políticas.
•    La meta 11.4 subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo, en el marco del Objetivo 11, relativo a lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Es la meta 4.7 la única que hace referencia a poner en valor la diversidad cultural y la aportación de la cultura al desarrollo, convirtiéndose el ODS 4, en la referencia para insertar todas aquellas acciones que desde el espectro cultural se convierten en iniciativas susceptibles de cumplir los Objetivos de la Agenda 2030.

Memoria de gestión del ODS 4

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